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Empresas con alma, por Gema Mancha y Victor Küppers

“El conocimiento y la experiencia son importantes, pero la clave para cualquier organización reside en la actitud de sus colaboradores, y eso hay que ganárselo”

Del 6 al 8 de mayo tuvo lugar la X edición de la Academia Merz Aesthetics en Madrid, un evento que reunió a expertos del sector médico estético de todo el mundo para hablar de las últimas novedades y de cómo la magia de la medicina estética reside en la ciencia. 

Durante la jornada, tuvimos la oportunidad no sólo de aprender y compartir momentos únicos junto a grandes profesionales del sector a nivel mundial, sino también de escuchar a Victor Kuppers, conferenciante internacional, quien nos habló sobre “el efecto actitud”. 

En esta entrevista de nuestra Directora General, Gema Mancha a Victor Küppers, ponemos el foco en las empresas con alma. Pero ¿esto en qué consiste realmente? Pues, aunque parezca de sentido común, consiste en la relación de las organizaciones con las personas y, sobre todo, en su actitud. Para Küppers, eso es algo que una empresa tiene que ganarse, y hay que ganárselo cuidando el talento y adaptándose a los tiempos actuales. 

Os dejamos la entrevista completa a continuación, ¡esperamos que os guste!

Gema: ¿Qué tal? 

Victor: Muy bien Gema, con muchas ganas. Gracias por haberme invitado, un placer. 

Gema: Tú que estás acostumbrado a ver millones de empresas diferentes, te invita todo el mundo a contar y a hacerles felices un rato, cuéntanos cuál es el secreto, en tu opinión, de las empresas con alma. ¿Cómo son? A ver si tenemos algo de eso.

Victor: Mira Gema, la verdad es que te voy a dar una respuesta, que es que es de puro sentido común. Yo me acuerdo cuando empecé a trabajar en los años 90, que se hablaba de lo importante de cuidar a las personas. Estamos en 2022 y seguimos con ese mismo discurso, porque es de sentido común. Si tú tienes personas contentas, esas personas trabajarán mucho mejor. Y si esas personas trabajan con el cliente, el cliente estará mucho más contento. 

Es de sentido común. Lo que pasa es que claro, muchas empresas, les cuesta tener la generosidad, la confianza, y esa mentalidad de querer ayudar a los equipos, porque al final lo más importante que tienen es su actitud. Bueno, de eso habláis vosotros también, ¿no?

Gema: Hablamos, hablamos… Pero ¿por qué crees que le cuesta a las empresas sabiendo que ese es justo un activo que hace que una compañía se diferencie de otra para bien?

Victor: Porque al final hay temas de poder, de egoísmo, de no querer compartir, de falta de generosidad… Pero cada vez hay más empresas que lo han entendido, sobre todo con las nuevas generaciones. Las nuevas generaciones no están para tonterías y exigen mucho más. Hoy, para retener y cuidar el talento, hay que cuidar a las personas. Es que, además, es muy rentable. Tiene que ser estratégico en las empresas, cuidar la actitud de las personas. El conocimiento, como sabes, es importante, la experiencia es importante, pero la clave está en la actitud. 

Y tú que tienes equipos, tu trabajo es influir, es inspirar, es movilizar. La actitud y el compromiso de los equipos, no se puede exigir. Tú puedes exigir que vengan a una hora, que atiendan a una reunión, que hagan un informe, la actitud no la puedes exigir, el compromiso eso te lo tienen que dar, te lo tienes que ganar, y te lo ganas, sobre todo con tu actitud. Tú no inspiras porque tengas un despacho muy bonito, no inspiras por el cargo que tienes, inspiras por tu manera de ser, por tu actitud. 

Gema: Yo hablaba hoy con una compañera justo del matiz de cuando se dice “retener talento”. Fíjate que yo digo no se trata de retener, sino de como hacer que la gente quiera quedarse voluntariamente. Lo importante yo creo que es que la gente cuando verdaderamente da todo su potencial, o consigue dar el máximo, es cuando decide con todo lo que tiene alrededor, elegir tu compañía. Porque es donde se sienten bien, donde el lunes no es un problema. 

Como nosotros, que en este evento estamos todo el equipo emocionado desde hace un montón de meses, y hoy es el gran día. Estamos todos como si fuera más que un tema personal, sinceramente. 

Victor: Además la palabra retener queda como muy “te retengo”. Me encanta eso que dices porque es verdad, uno tiene que decidir. Cuando alguien decide yo quiero trabajar aquí, ¡Wow! 

Entonces por eso la preocupación tiene que ser: yo que puedo hacer para que a ti te guste trabajar aquí. Siempre dentro de mis posibilidades, ¿qué puedo hacer para crear un entorno? Hay empresas que no quieren que la gente trabaje en su casa. No sé, la gente quiere trabajar en su casa. La gente quiere trabajar en otros sitios, quiere espacios más abiertos, quiere ir a la oficina, pero no siempre. Entonces hay que adaptarse. 

Gema: ¿Pero no crees que puede ser un tema de confianza o de, en este caso, falta de confianza? Porque si tú confías en que la persona va a hacer siempre lo mejor para la empresa, que mismo da que lo haga en su casa, en la sala de un hotel, o en la oficina. Cada uno creo que tenemos un biorritmo diferente. Hay gente de día, gente de noche, gente que es como un gusanillo que va rápido, gente que necesita su tiempo, su concentración… es darle a cada uno el su espacio donde de verdad brille esa persona.

Victor: Ahora, yo no soy partidario del teletrabajo al 100%. Hace falta también verse las caras porque el compromiso, el ambiente, la cultura, las conversaciones informales, el conocer a las personas, también es importante. 

Gema: Bueno yo te voy a decir de verdad que cuando nosotros empezamos ya a hacer que la gente viniera a la oficina y seguimos con teletrabajo, la gente quería volver. Tenemos que poner un máximo y se tienen que apuntar, porque si no todo el mundo vendría y yo digo, pero “desgraciaos”, quedaros en vuestra casa algunas veces. 

Victor: Hay muchas empresas que pasa lo contrario. Uno tiene que preguntarse, ¿por qué la gente no quiere volver? Porque si la gente quiere volver es por algo, y sino quieren volver, también es por algo. 

Gema: Yo fíjate, una cosa que para mí es muy importante, que yo creo que eso, si hablas con cualquiera del equipo te lo puede corroborar, es que personalmente creo que el pasárselo bien debe ser una obligación. Cuando la gente, sobre todo la joven que decías tú, los jóvenes que hoy vienen con otro propósito diferente, que no son como nosotros del 70, lo puedo decir, ¿no? Bueno, ya lo he dicho, que somos del 70 los dos. Lo nuestro era mucho más trabajar, trabajar, la carrera… ahora los jóvenes son como: yo quiero mi tiempo para mí, quiero disfrutar de la vida.

Victor: Es mucho más inteligente

Gema: Claro, y esta gente al final viene y está feliz cuando, mientras que está pasándoselo bien, encuentra un sentido a lo que está haciendo. 

Victor: Es que es muy compatible pasárselo bien con trabajar. Ya no es que sea compatible, es que es necesario. Si tú no te lo pasas bien, no trabajas bien. Y hay una cosa que es el sentido del humor. La gente no valora el sentido del humor. Alguien que tiene sentido del humor debería cobrar más. Porque una persona que tiene sentido del humor crea mejor ambiente. 

A mí, cuando me hablan de valores de la compañía, yo siempre pienso, ¿dónde está el sentido del humor? 

Gema: Pero los valores también hay esa parte, ¿no? 

Victor: Lo que pasa es que los valores hay que vivirlos, no hay que escribirlos. Casi todas las empresas, cuando miras sus valores, son los mismos: “las personas son lo más importante”. Ya, eso queda muy bonito, pero hay que vivirlo. Los valores no se explican, se viven.

AES187-62022